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El contorno de los labios es una zona fina y delicada que presenta arrugas muy precozmente. La razón es que está sometida a movimientos continuos, voluntarios e involuntarios, que marcan pequeñas arrugas de expresión. Entre ellas destacan las arrugas verticales situadas sobre el labio superior, conocidas popularmente como código de barras.

¿Quieres saber como evitarlas?

Pese a ser un signo claro de envejecimiento cutáneo no tiene porqué estar ligado a la edad cronológica. De hecho, además de los años influyen en su aparición dos factores: la sobreexposición al sol y el consumo de tabaco. Las arrugas periorales o peribucales son más fecuentes en personas fumadoras debido a varios factores. Por un lado, la succión del cigarrillo provoca continuas dermocontracciones que hacen que las arrugas se marquen en el labio y su contorno. Por otro, la nicotina se deposita sobre la piel y acelera su deterioro. En el caso de las personas que se sobreexponen al sol, es el deterioro de las fibras de sostén de la piel, básicamente el colágeno y la elastina, lo que provoca la aparición de las arrugas. Con los años, además, los labios y su contorno pierden volumen y firmeza, y se afinan debido a que adelgaza la capa de grasa subcutánea. Esto también provoca la aparición de flacidez y pliegues que se convierten en arrugas.
Para combatir la aparición del código de barras hay que mantener la zona hidratada y utilizar algún cosmético antiarrugas específico. Éstos suelen contener activos antioxidantes e hidratantes para actuar a largo plazo contra el envejecimiento cutáneo. La mayoría de ellos contiene también sustancias de relleno como el ácido hialurónico para disimular la arruga, además de pigmentos que reflejan la luz de forma que ejercen un efecto óptico que difumina las arrugas. Y ser constante, ya que son arrugas resistentes al tratamiento cosmético y que, una vez han aparecido, no hay que descuidar.

Soluciones médico-estéticas

También existen soluciones dermo-quirúrgicas, como las infiltraciones. Éstas se realizan principalmente con dos sustancias: ácido hialurónico y colágeno. Ambas son sustancias que se encuentran de forma natural en nuestro organismo, aunque el relleno procede de fuentes animales o sintéticas. El ácido hialurónico tiene la capacidad de retener agua, con lo que se hincha y rellena la zona. El colágeno, por su parte, realiza una función de sostén de las fibras cutáneas. Además, puede utilizarse también grasa del propio paciente (habitualmente extraída del abdomen), cosa que evita el posible rechazo. También el botox (la toxina botulínica) es una solución cuando las arrugas son claramente motivadas por contracciones involuntarias de la zona. En este caso, al relajar la zona se evita la formación de arrugas. Estas técnicas pueden ser realizadas de forma ambulatoria y solo presentan como efectos secundarios un ligero enrojecimiento y edema. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todas estas soluciones son temporales y deben ser reaplicadas. Otro sistema para tratar las arrugas periorales es realizar una exfoliación en profundidad con láser o de forma química. La dermoabrasión y el láser permiten eliminar capas de piel y alisar así la zona, que aparece con piel nueva. Sin embargo, ambos sistemas requieren de un tiempo de recuperación (dos semanas en el caso del láser). Todos estos tratamientos, además, deben ser realizados por médicos especializados.